En este post voy a mostrar una serie de pensamientos que tengo acerca de algunos “docentes” de este país con el trato a niños con algún tipo de trastorno (de aprendizaje, de comunicación, lectura, cálculo, Asperger, Autista, TDAH, etc).
Los niños pasan muchas horas en el colegio y los docentes deben de estar preparados, tanto para detectar, como para saber las pautas a seguir sobre esos “problemas” que sufren aquellos alumnos que tanto nos necesitan. Me parece infame, detestable y denigrante que maestros y maestras de este país quiten la mirada a estos niños solo por no salir de la “zona de confort” y poder vivir de una forma más relajada y fácil.
Personalmente creo que el verdadero placer, por llamarlo de alguna manera, de esta profesión es ayudar a los niños a que sean lo que quieren ser en el futuro y a asistir a aquellos que necesitan una ayuda especial. Todo el mundo sabe enseñar a aquellos niños “normales”, el reto está en que esos niños con problemas dejen de tenerlos y que sepan y puedan expresar los conocimientos, o lo que les de la gana, con facilidad y soltura.
Solo espero que si algún docente en activo, o no, lee este post que recapacite sobre mis palabras y ponga ganas, empeño e ilusión en aquellos niños que acuden todos los días a clase y se sienten desplazados. No digo que el docente esté totalmente capacitado para solventar todos estos problemas, sino que, si se encuentra a uno, dos, tres alumnos con estas características que acuda al personal adecuado.
Todos sabemos que la infancia no es fácil y si un alumno tiene alguna diferencia esa infancia se le complica todavía más, no seamos partícipes de su decepción y seamos su luz en la oscuridad.
¡TODOS IGUALES, TODOS DIFERENTES!
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